Cuando discutas con tu pareja


Cuando tu pareja y tú entréis en conflicto, intentad estar atentos en no dejar que el secuestro emocional que estáis sufriendo, desemboque en una serie de palabras, que en otro estado no hubieseis dicho. Porque no; definitivamente, las palabras no se las lleva el viento.

Las palabras quedan en nosotros, registradas en alguna zona de nuestra memoria, y cuando volvemos a experimentar el dolor, por lo que nos separa de nuestro amado, inconscientemente, iremos hacia ese viejo registro y lo reviviremos como presente. Para solucionar esos viajes emocionales en el tiempo, debemos hacer un gran trabajo de limpieza kármica con todos nuestros recuerdos dolorosos del pasado… precisamente con nuestra pareja.

Cuando discutimos y sentimos que perdemos la calma y nos arrastra un enojo tan profundo que no creemos capaces de sostener… debemos centrarnos en el momento presente, en el instante exacto en el que estamos ambos, sin viajes al pasado, en busca de recuerdos inútiles o vivencias similares, para comparar sentimientos y buscar respuestas o soluciones… de nada nos sirvieron entonces y de nada nos van a servir ahora. Debemos centrarnos sobre todo, en lo que os une, no en lo que os separa: el amor que nos une es mucho más grande y poderoso que un pequeño percance, que ha ido creciendo y desembocando en una verdadera batalla, por el motivo que sea, cansancio, monotonía o nuestros propios traumas por solucionar.

Agarrémonos con todas nuestras fuerzas a lo realmente importante: nuestro amor, nuestra intimidad, nuestra única e irrepetible unión; nuestro propio lenguaje y nuestro pequeño gran mundo de caricias y secretos… y respiremos! Si, respiremos profundamente el instante de retorno a esa unión Shiva-Shakti tan bella de que gozamos. Hagamos una llamada a la profundidad de nuestra Alma y acallemos el ruido de la rabia, el rencor y la angustia.

Miraremos a los ojos de nuestro amado y observaremos atentamente su luz, su hermoso interior, el amor que realmente siente por quien le está mirando y podremos comprobar cómo todo lo demás se va derrumbando. Van cayendo esas barreras que estábamos levantando y todo queda en nada. Comprobaremos entonces, lo absurda que es la mente humana y lo gloriosos que son nuestros sentimientos amorosos.

Con ello no se quiere inducir a que no se hablen los conflictos, pues todo problema tiene que hablarse y es necesario comunicarse, por supuesto… pero desde la calma y una buena predisposición, no a voz alzada y desde el enojo. Y sobre todo, desde el amor, porque no hay nada más poderoso y fuerte que la unión de un Shiva y una Shakti enamorados a nivel del Alma, que reconocen y aman cada uno, a la Divinidad que reside en el otro.

Lo que no debemos hacer es subestimar la comprensión y las posibilidades de avanzar de nuestra pareja. Lo que haya que hablar, lo hablaremos con nuestro compañero de camino, con el que aprendemos a vivir, a amar y a vivir amando. Es el compañero que hemos elegido para que detone en nosotros lo que debemos sanar a nivel kármico, es el que hace que salga a la luz cada trauma de nuestro pasado para que le hagamos frente y lo sanemos… nuestra pareja es nuestro Gurú, nuestro Compañero espiritual.

Juntos, los amantes, pueden crear un espacio propio de amor, unión, crecimiento, sanación… nada más fuerte que un Shiva y una Shakti comprometidos a todos los niveles y con su Dios… la misma Divinidad que hay en ellos. Nada más poderoso que la energía amorosa que los rodea; nada más bello que comprobar día a día, que el Amor todo lo puede y que de nada más precisa.


22-12-2013