Hay dos formas de "tocar" un cuerpo, con el enfoque hacia fuera o
con el enfoque hacia dentro. Y el Masaje o Tacto Consciente se enfoca hacia el
interior. Siempre.
Un cuerpo se debe acariciar con suavidad, con dulzura, honrando su
existencia como cáliz de la Divinidad que representa. Por eso antes de entrar
en contacto, se debe meditar y conseguir estar en profunda calma.
Hay que estar en un estado de Presencia adecuado y dejar que surja cada
movimiento desde nuestro interior, sin forzar nada, sin enfoque hacia fuera,
sino hacia dentro, sintiendo nuestra alma gozar del baile que se genera entre
ambos.
No hay prisas, no hay objetivos, no hay juicios... sólo dos cuerpos y dos
Seres en comunión, cada uno disfrutando para sí mismo y expandiendo el placer
sensorial hacia todos sus sentidos. El amor de uno, es el amor del otro.
Pero esta observación se puede aplicar en todos nuestros actos a lo largo
del día:
¿Hacia dónde vivimos, hacia el propio crecimiento o hacia lo que esperan de
nosotros? - cada momento de nuestra existencia nos da la oportunidad de decidir
hacia dónde queremos ir y cómo queremos vivir.
Con Amor,
20-07-2016