Despojarnos de
la memoria de nuestras experiencias del pasado, que han ido instalándose en
nuestro cuerpo, en nuestra mente y dominan como fantasmas nuestras acciones, es
responsabilidad de cada uno de nosotros.
Esta tarea, no
tiene remedio en la medicina tradicional, es como bien sabemos, un trabajo
espiritual mediante el cual, iremos gozando más y más del momento en el que
vivimos y de las personas que nos aman.
El Tantra es una
gran opción para permitirnos una mirada sincera
hacia el interior y reconocer quién somos. Ayuda a observar nuestros miedos y
limitaciones y nos acerca a la alegría interior, al placer de vivir.
Si no estamos
conectados con nuestro Ser y limpios de inercias autodestructivas del pasado,
jamás podremos relacionarnos de una forma sincera y plena, ni con nosotros
mismos ni con el mundo.
Con Amor,
10-07-2016