Testimonio: Anónimo.

Me siento muy agradecido por esta experiencia y por ello le dedico unas líneas.
Un retiro al que llegué sin expectativas y confiado, en el que me sentí acompañado y guiado por una amorosa pareja. Observar el amor que se tienen te apacigua el corazón, personalmente la mirada que Marc dirige a su esposa Mónica me ha conmovido profundamente. La claridad y dulzura de Mónica facilitan mucho la comprensión de los diferentes conceptos.

Estas vivencias son enriquecidas con la aportación del chamanismo de la mano de Esther, cuya alegría me llegó directo al corazón y que resultó ser la amorosa cocinera del retiro.

El hospedaje es de primera calidad y el paraje excepcional. El compartir esta experiencia con los demás participantes es digno de valorar y apreciar.

El regalo que me llevo es el honrar, honrarme, honrar a mi pareja, honrar a todos los seres. El trabajo allí realizado no se acaba en el retiro sino que inicia nuevas sendas que recorrer.

Namaste

Anónimo.